MANIFIESTO DE CONSTITUYENTES VALENCIA

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Constituyentes nace y crece con la Declaración de Cádiz, un texto elaborado y aprobado en la Primera Asamblea Estatal de marzo de 2012, que refleja la esencia de este movimiento ciudadano.

 

¿Qué somos?

 

Somos un movimiento ciudadano, que hemos llegado a la conclusión de que no podemos salir de la crisis sin un cambio de las reglas del juego. Pensamos que el pacto del 78 se ha roto, hay que cambiar la Constitución, redactar una nueva Constitución democrática hecha por el pueblo y para el pueblo, que defienda los derechos e intereses de la sociedad.

 

Nuestra propuesta tiene pretensión de universalidad, es decir, pensamos que puede y debe ser adoptada por todo tipo de organizaciones (movimientos sociales, plataformas, organizaciones políticas, etc.) y personas de todos los sectores de la sociedad. Es una propuesta radicalmente democrática, por lo que el único requisito para participar en el movimiento es ser demócrata. Nuestra ideología es la ideología del poder constituyente democrático, la ideología democrática. Entendemos la democracia como el sistema que garantiza que la toma de decisiones se haga desde la mayoría, a diferencia de lo que ocurre actualmente, donde la minoría decide sobre el futuro de la mayoría. La ciudadanía ha de mantener un control constante sobre el poder constituido, mediante toda una serie de mecanismos de participación directa. 

 

¿Qué queremos?

 

Queremos dotarnos de una herramienta capaz de dar vías de solución a los verdaderos problemas de nuestra sociedad en el siglo XXI, a través de una revolución democrática, haciendo efectivo el principio legitimador de que la soberanía reside en el pueblo y propiciar la evolución de un sistema democrático representativo hacia un modelo de democracia participativa, representativa y directa. 

 

Queremos activar el poder constituyente democrático, esto es, la herramienta de la que se dota la ciudadanía para darse una nueva Constitución, que esté supeditada a la legitimidad democrática.

 

Pero no queremos un proceso constituyente dirigido y controlado por los actuales poderes constituidos. No queremos un proceso constituyente que derive en una nueva Constitución elaborada desde arriba. No queremos un proceso constituyente cualquiera sino un proceso constituyente genuinamente democrático, desde abajo, que se active mediante un referéndum popular.

 

¿Cómo lo queremos hacer?

 

Para conseguir nuestro objetivo debemos actuar en varios frentes:

 

- Difundir la idea. Debemos hacer llegar al conjunto de la sociedad civil la idea de la necesidad del poder constituyente, pues el apoyo masivo de la ciudadanía es la clave para abrir el proceso. Utilizaremos todos los medios a nuestro alcance para que esta idea se comprenda, para la que ciudadanía se empodere y el pueblo pueda ejercer la soberanía. Hemos de difundir la idea también, y de forma destacada, entre los movimientos sociales, colectivos y asociaciones de todo tipo. Sea cual sea su reivindicación, su objetivo, han de ver que es imposible conseguirlo con las actuales reglas del juego. 

 

Asimismo tenemos que difundir las condiciones básicas del proceso constituyente que proponemos, para evitar que propuestas constituyentes surgidas desde arriba (como, por ejemplo, propuestas de proceso constituyente o de reforma constitucional hechas por partidos políticos) puedan acabar vaciando de contenido el proceso. Tenemos que asegurarnos de que el protagonismo del proceso recae sobre las mayorías, que se hace desde abajo hacia arriba. 

 

- Conformarnos como un elemento de poder ciudadano. Los GRUPOS CIUDADANOS PROCONSTITUYENTES somos un elemento más del poder popular, codo con codo con el resto de organizaciones y movimientos sociales. Ante las circunstancias actuales, CONSTITUYENTES es un frente de concienciación y presión social para promover el proceso constituyente. Es un elemento clave de control del proceso constituyente democrático, con la capacidad de influir en su organización y controlarla y de marcar, junto con otros movimientos sociales, las líneas de dicho proceso.  Es indispensable un diálogo entre los diferentes movimientos y organizaciones sociales (poder constituyente) y la Asamblea Constituyente electa que redactará la Constitución.

 

Los GRUPOS CIUDADANOS PROCONSTITUYENTES, son además una buena forma de canalizar las corrientes dispersas de ese torrente de poder ciudadano, que es la movilización del 15M y los diferentes movimientos nacidos de él, hacia un proyecto de síntesis en los objetivos. Pueden ser a su vez una escuela de ciudadanía democrática, que remedie las carencias formativas e informativas del ciudadano y la ciudadana común en temas de participación, ayudando al desarrollo de las habilidades sociales y comunicativas necesarias para la acción política directa de la ciudadanía. 

 

El proceso, activado mediante un referendo vinculante a la ciudadanía, debe establecer una normativa que lo regule, dentro de la cual CONSTITUYENTES defiende:

 

- la elección de la Asamblea Constituyente mediante una ley electoral proporcional,

- regulaciones sobre financiación de la campaña electoral y de acceso a los medios de

comunicación en condiciones de igualdad,

- un proceso constituyente transparente, con una amplia difusión de todas las sesiones y

debates que se produzcan en el seno de la Asamblea Constituyente,

- mecanismos de participación popular, a fin de que la Asamblea esté en dialogo permanente con la sociedad,

- el uso de las nuevas tecnologías como vía de debate y participación directa,

- la posibilidad de votar por títulos o capítulos el borrador constitucional, para una mayor adaptación del texto a la voluntad popular.

 

- Contribuir al impulso del poder constituyente y a su custodia. Éste es un objetivo a largo plazo. El proceso constituyente no es un fin en si mismo sino un medio para alcanzar una sociedad más democrática, con mecanismos para que la ciudadanía tenga capacidad de participar en la toma de decisiones y de mantener el control sobre las instituciones del Estado, donde las instancias de toma de decisiones directas se amplíen, al tiempo que se reducen las instancias representativas. La organización creada por CONSTITUYENTES será la base para ejercer y custodiar este poder constituyente. LOS GRUPOS CIUDADANOS PROCONSTITUYENTES podrán ser un instrumento para el ejercicio de la soberanía popular y un medio de control de la gestión política de los partidos. 

 

¿Qué beneficios obtenemos los ciudadanos con un proceso constituyente democrático?

 

Fundamentalmente el vivir en un sistema realizado y aprobado por nosotros mismos, haciendo uso de nuestra libertad, nuestra dignidad y nuestra conciencia y además decidir sobre:

- los derechos y deberes que queremos reconocernos a nosotros mismos como ciudadanos y su grado de vinculación a los poderes públicos,

- el diseño institucional del Estado (poderes del Estado, su separación y su sometimiento al control ciudadano), 

               - el sistema electoral, 

               - la forma de gobierno, 

               - la articulación de la representatividad, 

               - los cauces de participación de la ciudadanía en la toma de decisiones, 

               - la posibilidad de revocación de un poder tramposo,

- la supresión de los privilegios de quienes ostentan cargos políticos o públicos y la implantación de mecanismos eficaces de control en el desempeño de sus funciones.

 

¿Como nos organizamos?

 

Nos estructuramos en grupos de trabajo locales o GRUPOS CIUDADANOS PROCONSTITUYENTES (GCP) (de barrios, pueblos, ciudades, universidades, empresas, asociaciones,…) que forman una red en permanente comunicación y colaboración y que buscan su expansión por todo el territorio. Es una estructura horizontal donde cada GCP tiene autonomía para diseñar sus propias acciones y su propia estrategia de incidencia y difusión. El objetivo, sin embargo, es único, con líneas estratégicas generales y compartidas por todos los GCP.